Siempre supo que los amores baratos de una noche no la llevarían a ninguna parte, y aun así, no deja de meterse en camas ajenas y despertar en sabanas que no son suyas, por un par de besos, y es que no puede borrarle, lo intenta, en cada punto de mira de un bar, pero es que es algo tan sencillo como que cada cosa le recuerda a él, la copa que está bebiendo, una sonrisa, su sonrisa, cada cigarro que fuma, el humo desgarrando su garganta, tanto como el tacto sobre su piel. ¿Que tendrán tus caricias que no tienen las de otro?

Ven, enloquece mi cuerpo

Estás loco si te vas a quedar ahí. Acompáñame, te voy a besar hasta quitarte las tres primeras capas de la piel. Creo en tí. Rodéame con los brazos, quémame con las manos. Has dedicado la noche entera para mí. ¿Crees en mí?

TRES.

Poder decir ya tres, y luego cuatro, y cinco, y asi toda una vida...
Pensar en cuando aún solo era un mes, pero ya son tres.
Demasiado rapido se pasa todo esto, ¿no?
Pero asi es la vida.